En un partido muy estudiado, Banfield superó a la Academia 1-0 con gol de Jerónimo Barrales. Así el Taladro consiguió la segunda victoria consecutiva del Torneo; sexta consecutiva como local frente a Racing y se aleja de la Promoción.
Si el partido se jugaba a comienzos del torneo hubiésemos destacado la contracara de ambos equipos: por un lado Banfield totalmente renovado y con un sistema de juego aceitado parecía ser la antítesis del siempre sufrido Racing, golpeado por haber jugado la promoción y caído anímicamente. El transcurso del torneo fue mostrando lo contario para los dos. Banfield deambulando en el Apertura buscando identidad y Racing con más ganas que fútbol mostrando una recuperación casi milagrosa encabezada por su técnico Juan Manuel Llop que volvía a Banfield por primera vez tras la salida poco clara del Chocho luego de haber goleado 5-0 a Lanús. La coincidencia entre los dos los reunía peleando la promoción.
El partido fue muy cerrado y estudiado por los dos. Durante el primer tiempo la carencia de juego fue moneda corriente en el equipo de Burruchaga. Casi que no se produjeron situaciones netas de gol, de hecho, Lucchetti solo tuvo trabajo en una gran pelota que le sacó a Luguercio en el comienzo del partido y nada más. Pero la sensación que le quedó al hincha es que la Academia, con poco, había sido más que el Taladro.
Así también lo entendió el técnico de Banfield y por eso reordenó el equipo. Tres defensores definidos ayudados por los extremos Pio y Bustamante controlaban las subidas de Racing; asimismo Bustos controló todos los movimientos de Maxi Moralez. Civelli y Bertolo fueron incansables y así el Taladro creció y fue superando en volumen de juego a la Academia. No le sobró nada pero el triunfo es justificado.
La llave del triunfo la consiguió Banfield y de una pelota parada, a los 9’ del segundo tiempo vino el desahogo de Jerónimo Barrales que conectó el centro desde la izquierda y mediante un cabezazo certero, ayudado por la incontinencia de Martínez Gullota (la pelota se le escurrió entre las piernas), le daba la victoria al Taladro 1-0.
Del otro lado, Juan Manuel Llop supo que debía realizar algunos movimientos en el equipo y así lo hizo. Mandó a Caballero y a Prichoda a la cancha y así Racing incomodó un poco la defensa de Banfield que realizó un gran trabajo construido desde la solidez de Víctor López contagiada a sus compañeros. Pero la presión visitante solo duró un suspiro porque Banfield se aplomó en el césped y comenzó a dominar el partido y de no ser por las oportunidades desperdiciadas por el Taladro, el resultado debería haber sido más abultado.
Ojo, Banfield no brilló y el equipo todavía no aparece. Pero el triunfo se destaca primero por el rival y el asedio que era la zona roja de la promoción; luego por el crecimiento lento pero sostenido que viene teniendo el equipo desde el empate con Vélez. Hoy no hizo un buen primer tiempo pero supo cambiar a tiempo. Y finalmente por la recuperación de Jerónimo Barrales y su amistad con la red. Hacía mucho que Banfield no ganaba con un gol de su delantero titular y es para destacar el esfuerzo que viene realizando Barrales durante el partido, el trabajo sucio es su labor; muchas veces juega más de espalda que de frente al arco y eso demanda sacrificio.
Y, para terminar, párrafo aparte para Cristian Lucchetti quien desde que volvió de Racing, nunca perdió frente a la Academia y siempre fue determinante en el resultado final. Así como resaltamos que al comienzo del partido le sacó una gran pelota a Luguercio tenemos que decir que fue en sus manos donde descansó finalmente el triunfo del Taladro porque se quedó con el empate de Racing en la última jugada del partido. Bien por el Laucha
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