La situación se dio en la última jugada del partido cuando el Taladro iba en busca del empate en Floresta y derivó en escándalo. La imagen de Rubén Ramírez furioso con la cara ensangrentada y posteriores lágrimas de impotencia luego del tumulto de jugadores en el final del partido invitaba a seguir de cerca los acontecimientos que no culminaron ahí nomás porque siguieron en los vestuarios.
Iban 47 minutos del segundo tiempo cuando Méndez llevaba la pelota con intenciones de sacar un centro que fue desactivado por Ferrari sobre la izquierda y no muchos se percataron de lo sucedido dentro del área donde ingresaba Ramírez con su marcador Barrientos. Primero Tito tuvo un roce con posterior patada al paso con el ex Huracán quien respondió levantando su codo directamente hacia el pómulo izquierdo del delantero de Banfield. Apenas Lunati indicó el final del partido Ramírez fue en busca de su agresor directamente para pelear. Mientras ambos jugadores eran contenidos se produjo un tumulto donde tuvo que intervenir la policía ante la pasiva mirada del árbitro que trataba de calmar al jugador agredido. "Mirá, mirá" le decía Ramírez a Lunati quien, precisamente, no vio nada en su momento donde debería haber actuado. Más allá de eso la situación iba a tener un segundo episodio en los vestuarios cuando los del Taladro identificaron a Barrientos y otra vez tuvo que intervenir la policía para disolver el escándalo que tuvo empujones, insultos y piñas. Solo Falcioni salió a hablar. Los jugadores no hicieron declaraciones y se fueron del estadio en silencio.
Quedará saber qué pasará ahora si el Tribunal de Disciplina decide actuar de oficio.
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