La suspensión fue producto de los proyectiles (piedras y botellas plásticas) que caían desde la tribuna Valentín Suárez.
La polícia reprimió a los hinchas que querían ingresar al campo de juego a través del alambrado perimetral; luego, a la salida, también lo hizo con el grueso de la gente que se iba con sus hijos y con el dolor de haber descendido. La policía, siempre la policía, la que está cuando NO la necesitamos y desaparece cuando tiene que estar.
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