Primero hay que saber sufrir: el Taladro tuvo un penal en contra, atajado por Santillo; más tarde Roberto Brum salvó un gol sobre la línea y cuando el partido tenía destino de empate, apareció Pablo López para darle el triunfo que sirve para alcanzar a Gimnasia La Plata en el segundo puesto del torneo B Nacional. Ah, fue la primera vez que Banfield gana en Pergamino.
Linda tarde en Pergamino para ver al Taladro; así lo entendió la Gloriosa Gente y se volcó a copar la ciudad para estar cerca del equipo de Daniel Garnero que salió a la cancha en busca de los tres puntos que lo depositen definitivamente en los puestos de vanguardia del campeonato.
Con el regreso del Peca Galarza a la defensa en lugar de Ariel Broggi, Banfield comenzó el partido intentando hacerse fuerte mediante las combinaciones generadoras de fútbol por los pies de Iván Pérez y Andrés Silvera sumados a las escaladas de Lihué Prichoda. Buscó aproximarse al arco del local que esperó, de manera ordenada, aguantando los primeros embates del Taladro.
De a poco, Douglas Haig se acomodó en el partido y fue ganando protagonismo; desde la voz del fondo de Leandro Gioda se fue animando y el trámite se emparejó, ahora Banfield esperaba y salía rápido de contra para aprovechar los espacios.
El Milan de Pergamino tuvo la llegada más clara a los 30’ y no fue gol pero el árbitro cobró penal. La única jugada clara del primer tiempo devino en la sentencia desde los 12 pasos. Pero la inmejorable posibilidad en los pies de Miguel Alba la detuvo Pablo Santillo recostándose a su derecha y sin dar rebote. Un llamado de atención que pudo costar caro. Esta vez la buena fortuna estuvo del lado verde y blanco.
Douglas mantuvo su receta y desactivó cualquier intento de Banfield; todos corrieron, metieron y defendieron en el equipo local y no permitieron que el equipo de Daniel Garnero genere peligro. Sin mucho más, el primer tiempo se escurrió sin demasiadas situaciones en ambos lados.
El segundo tiempo arrancó entre el aliento y la fiesta de la Gloriosa Gente en la tribuna visitante renovando la ilusión de una victoria. Pero el trámite se mantuvo igual. La respuesta de la hinchada de Douglas fue con humo y bengalas desatando el aliento desde todos los sectores locales. Banfield no se quedó atrás y por un momento, con el partido suspendido momentáneamente por la pirotecnia, el estadio rugió desde los cuatro costados. Espectáculo aparte de los hinchas que también jugaron su partido.
Los equipos mantuvieron su postura y la jugada polémica llegó a los 18’ cuando Roberto Brum despejó en la línea un remate de Douglas con destino de gol luego de un centro mal calculado por Santillo. Todos pidieron gol pero el juez de línea y el árbitro no modificaron su decisión. Finalmente la TV les daría la derecha a las autoridades del encuentro.
Si bien no fueron demasiadas, Douglas Haig tuvo las mejores oportunidades para desnivelar pero en una no pudo con Santillo y la otra, un mano a mano, la desperdició el delantero por arriba del travesaño. Mientras tanto, Banfield no jubaba bien; intentaba aunque no podía reparar el circuito futbolístico desactivado por el equipo de Darío Tempesta.
Pero la diferencia esta vez llegó desde el banco visitante. Garnero lo buscó a López y el Rubio le retribuyó el gesto con un go-la-zo a los 37 minutos del segundo tiempo clavando un remate de media distancia al ángulo del arquero.
Por más que lo sea, esta vez no le hablen de injusticias a Banfield… ¿cuántas veces nos quedamos con las manos vacías siendo superiores al rival? Déjenlo festejar a Pablo López y mirá como delira la Gloriosa Gente en esa tribuna repleta de hinchas banfileños.
Durísimo compromiso en Pergamino sorteado con los tres puntos en el bolsillo, por primera vez en el estadio Miguel Morales. Importantísimos para alcanzar al Lobo platense en el segundo puesto del torneo y soñar cada día con ese día.
Linda tarde en Pergamino para ver al Taladro; así lo entendió la Gloriosa Gente y se volcó a copar la ciudad para estar cerca del equipo de Daniel Garnero que salió a la cancha en busca de los tres puntos que lo depositen definitivamente en los puestos de vanguardia del campeonato.
Con el regreso del Peca Galarza a la defensa en lugar de Ariel Broggi, Banfield comenzó el partido intentando hacerse fuerte mediante las combinaciones generadoras de fútbol por los pies de Iván Pérez y Andrés Silvera sumados a las escaladas de Lihué Prichoda. Buscó aproximarse al arco del local que esperó, de manera ordenada, aguantando los primeros embates del Taladro.
De a poco, Douglas Haig se acomodó en el partido y fue ganando protagonismo; desde la voz del fondo de Leandro Gioda se fue animando y el trámite se emparejó, ahora Banfield esperaba y salía rápido de contra para aprovechar los espacios.
El Milan de Pergamino tuvo la llegada más clara a los 30’ y no fue gol pero el árbitro cobró penal. La única jugada clara del primer tiempo devino en la sentencia desde los 12 pasos. Pero la inmejorable posibilidad en los pies de Miguel Alba la detuvo Pablo Santillo recostándose a su derecha y sin dar rebote. Un llamado de atención que pudo costar caro. Esta vez la buena fortuna estuvo del lado verde y blanco.
Douglas mantuvo su receta y desactivó cualquier intento de Banfield; todos corrieron, metieron y defendieron en el equipo local y no permitieron que el equipo de Daniel Garnero genere peligro. Sin mucho más, el primer tiempo se escurrió sin demasiadas situaciones en ambos lados.
El segundo tiempo arrancó entre el aliento y la fiesta de la Gloriosa Gente en la tribuna visitante renovando la ilusión de una victoria. Pero el trámite se mantuvo igual. La respuesta de la hinchada de Douglas fue con humo y bengalas desatando el aliento desde todos los sectores locales. Banfield no se quedó atrás y por un momento, con el partido suspendido momentáneamente por la pirotecnia, el estadio rugió desde los cuatro costados. Espectáculo aparte de los hinchas que también jugaron su partido.
Los equipos mantuvieron su postura y la jugada polémica llegó a los 18’ cuando Roberto Brum despejó en la línea un remate de Douglas con destino de gol luego de un centro mal calculado por Santillo. Todos pidieron gol pero el juez de línea y el árbitro no modificaron su decisión. Finalmente la TV les daría la derecha a las autoridades del encuentro.
Si bien no fueron demasiadas, Douglas Haig tuvo las mejores oportunidades para desnivelar pero en una no pudo con Santillo y la otra, un mano a mano, la desperdició el delantero por arriba del travesaño. Mientras tanto, Banfield no jubaba bien; intentaba aunque no podía reparar el circuito futbolístico desactivado por el equipo de Darío Tempesta.
Pero la diferencia esta vez llegó desde el banco visitante. Garnero lo buscó a López y el Rubio le retribuyó el gesto con un go-la-zo a los 37 minutos del segundo tiempo clavando un remate de media distancia al ángulo del arquero.
Por más que lo sea, esta vez no le hablen de injusticias a Banfield… ¿cuántas veces nos quedamos con las manos vacías siendo superiores al rival? Déjenlo festejar a Pablo López y mirá como delira la Gloriosa Gente en esa tribuna repleta de hinchas banfileños.
Durísimo compromiso en Pergamino sorteado con los tres puntos en el bolsillo, por primera vez en el estadio Miguel Morales. Importantísimos para alcanzar al Lobo platense en el segundo puesto del torneo y soñar cada día con ese día.
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