Banfield perdió en Rosario 2-0 y quedó lejos en la pelea. Con goles de Ferrari y Carrizo, el puntero del campeonato complicó al Taladro que ahora también fue superado en la tabla por Sarmiento de Junín. De ahora en más, solo sirve ganar.
El Taladro arrancó en desventaja antes de comenzar el partido si se tiene en cuenta los resultados de los partidos que abrieron la jornada 23 del torneo B Nacional lo que hacía que el duelo ante Rosario Central fuera aún más complicado que lo que marcaba la previa y esa racha de victorias como local acumuladas por el conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo. Las modificaciones en el equipo fueron muchas; el regreso de Cristian Leiva como titular, la ausencia de Bustamante y Silvera hicieron que Tito Noir y Ariel Broggi aparecieran desde el comienzo.
Y Banfield se paró a jugar e intentar defenderse con la pelota. Durante los primeros minutos se vio un equipo que iba al frente y mostraba cosas interesantes cuando, de mitad hacia adelante, se juntaban los jugadores de buen pie como Pérez, Rearte y Prichoda. Lihué regresó al sector derecho del mediocampo y Rearte se movió por delante de la línea de volantes con el propósito de transformarse en enlace para la pelota llegase a los delanteros. Así y todo, el Taladro tuvo algunas situaciones que no llegaron a buen puerto pero la más clara no fue gol por la desafortunada definición de Chávez. Se lo ve fastidioso al delantero.
Tranquilo Negro, ya vendrá el desahogo. Por su parte Rosario Central respondía con la intención de llevarse puesto al equipo de Daniel Garnero y así se fue armando un partido de ida y vuelta aunque el visitante realizaba un desgaste mayor por lo que, de a poco, Central lo fue llevando contra el arco de Santillo y estuvo muy cerca de irse en ventaja al descanso.
En el segundo tiempo, el comienzo del final se dio con la expulsión de Marcos Galarza en los primeros minutos. Con la roja al Peca llegó el debut de Favio Segovia en el torneo porque Garnero tuvo que reacomodar el equipo.
Afuera Noir, arriba solo Chávez y el DT ordenó que Prichoda y Rearte alternen sus posiciones. Junto a esto, los minutos corrieron y el partido cayó en un pozo donde Banfield parecía sentirse cómodo. Pero todo fue una ilusión. Central estaba preparando el golpe mientras que el Taladro, cada vez más replegado y cansado, casi no llegaba al área local.
Más allá de haber jugado contra un candidato, y en condición de visitante (donde Central lleva 11 partidos con victorias), fue muy poco lo que mostró el conjunto banfileño en cuanto a la propuesta futbolística. Y fue así nomás, promediando los 30 minutos, llegó la apertura del marcador para Rosario Central. El recién ingresado Carrizo envió un centro al área, Toledo la peleó y Ferrari llegó para empujar la pelota al fondo del arco de Santillo. Después de eso el derrumbe fue total y Central lo definió a los 35 en una contra que definió Carrizo para decretar el 2-0.
Si no fuera por las atajadas de Pablo Santillo, la ventaja hubiera sido mayor porque el local fue por más y después de los goles pudo soltarse y jugar sin presiones. ¿Y ahora?. Solo sirve ganar.
Hasta el momento, Banfield no pudo conseguir puntos contra los rivales directos que pujan por un lugar en Primera y se complicó.
Deberá cambiar el chip de manera urgente y será prioridad no ingresar en la confusión generada por los resultados que, por ahora, lo alejan de la pelea.
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