Banfield perdió 0-2 en Junín ante Sarmiento el partido postergado por la fecha 25 del Torneo B Nacional. El equipo terminó con nueve hombres en el campo de juego por expulsiones de Bettini y Galarza, uno en cada tiempo. De esta manera, aunque todavía no lo oficializaron, se terminó el ciclo de Daniel Garnero al frente del equipo que se ubica a ocho puntos de los puestos de ascenso.
"Disculpen, pero hoy no voy a hablar", fueron las últimas palabras de Daniel Garnero como DT durante la salida del estadio Eva Perón en Junín. Más tarde, el presidente Eduardo Spinosa tampoco hablaría aunque todo estaba dicho: Garnero dejaría de ser el entrenador del Taladro.
La noticia no sorprende si uno toma en cuenta las flojas producciones del equipo y el anuncio tipo ultimatum lanzado por el propio DT en la previa de este partido que definitivamente terminó siendo el último de Daniel Garnero al frente del plantel. Lo que sí sorprende es la marcada involución y pérdida de rumbo del mismo equipo que hace unos meses atrás luchaba ante las adversidades del inicio de temporada y se ubicaba en los puestos de ascenso. Ya no era lo que supo ser y eso fue insostenible hasta para la propia CD que no pudo bancar el proyecto ante la realidad esquiva de resultados y falta de identidad expresada en el terreno de juego. La respuesta de lo que pasó en el medio para llegar a este presente quedará rebotando y las respuestas seguramente quedarán puertas adentro.
Lo cierto es que Garnero acudió al manotazo de ahogado para enfrentar un compromiso tan importante contra Sarmiento de Junín, que llegaba con la misma cantidad de puntos pero que sabía lo que quería y a qué jugaba.
El ingreso de Junior Medina en un sector clave del equipo como el mediocampo no fue la solución a la carencia de juego mostrada en los últimos partidos sino todo lo contrario. Medina no tuvo un buen desempeño y la urgencia por reacomodar el equipo luego de la expulsión de Bettini y posterior gol de Tucker, de penal, hicieron que Garnero lo sacara de la cancha para permitir el ingreso de Matías Díaz, marginado mucho tiempo por el propio DT. Tampoco ayudaron los cambios constantes en defensa. Toledo de cuatro, Toledo de tres; Galarza en el mediocampo y la poco clara explicación a la ausencia de Zarif, un jugador que cada vez que le tocó ingresar lo hizo en buena forma como para ganarse más minutos en cancha.
Seguro que las ausencias por lesiones o suspensiones influyeron a la hora de conformar los equipos que salieron a jugar pero tampoco existió una alternativa acorde para suplirlos.
Con la desventaja inicial, y los cambios durante el segundo tiempo el equipo se animó y tuvo algunas situaciones como para empatar el partido pero la segunda expulsión (esta vez Galarza) lo terminó desinflando y Sarmiento aprovechó para liquidar el pleito mediante Pablo Vilchez.
Lamentablemente se cierra el ciclo de un cuerpo técnico que ilusionó con su trabajo inicial en un contexto poco favorable pero que no pudo o no supo sostener y acompañar el rendimiento general del equipo.
Llegará el momento de dar vuelta la página y que la experiencia haya servido para comenzar a construir un verdadero equipo que así lo exprese en el terreno de juego. Todavía quedan varias fechas para terminar el torneo y solo los resultados, de aquí en más, marcarán el destino. Por el momento, ocho puntos lo separan de los puestos de ascenso.
"Disculpen, pero hoy no voy a hablar", fueron las últimas palabras de Daniel Garnero como DT durante la salida del estadio Eva Perón en Junín. Más tarde, el presidente Eduardo Spinosa tampoco hablaría aunque todo estaba dicho: Garnero dejaría de ser el entrenador del Taladro.
La noticia no sorprende si uno toma en cuenta las flojas producciones del equipo y el anuncio tipo ultimatum lanzado por el propio DT en la previa de este partido que definitivamente terminó siendo el último de Daniel Garnero al frente del plantel. Lo que sí sorprende es la marcada involución y pérdida de rumbo del mismo equipo que hace unos meses atrás luchaba ante las adversidades del inicio de temporada y se ubicaba en los puestos de ascenso. Ya no era lo que supo ser y eso fue insostenible hasta para la propia CD que no pudo bancar el proyecto ante la realidad esquiva de resultados y falta de identidad expresada en el terreno de juego. La respuesta de lo que pasó en el medio para llegar a este presente quedará rebotando y las respuestas seguramente quedarán puertas adentro.
Lo cierto es que Garnero acudió al manotazo de ahogado para enfrentar un compromiso tan importante contra Sarmiento de Junín, que llegaba con la misma cantidad de puntos pero que sabía lo que quería y a qué jugaba.
El ingreso de Junior Medina en un sector clave del equipo como el mediocampo no fue la solución a la carencia de juego mostrada en los últimos partidos sino todo lo contrario. Medina no tuvo un buen desempeño y la urgencia por reacomodar el equipo luego de la expulsión de Bettini y posterior gol de Tucker, de penal, hicieron que Garnero lo sacara de la cancha para permitir el ingreso de Matías Díaz, marginado mucho tiempo por el propio DT. Tampoco ayudaron los cambios constantes en defensa. Toledo de cuatro, Toledo de tres; Galarza en el mediocampo y la poco clara explicación a la ausencia de Zarif, un jugador que cada vez que le tocó ingresar lo hizo en buena forma como para ganarse más minutos en cancha.
Seguro que las ausencias por lesiones o suspensiones influyeron a la hora de conformar los equipos que salieron a jugar pero tampoco existió una alternativa acorde para suplirlos.
Con la desventaja inicial, y los cambios durante el segundo tiempo el equipo se animó y tuvo algunas situaciones como para empatar el partido pero la segunda expulsión (esta vez Galarza) lo terminó desinflando y Sarmiento aprovechó para liquidar el pleito mediante Pablo Vilchez.
Lamentablemente se cierra el ciclo de un cuerpo técnico que ilusionó con su trabajo inicial en un contexto poco favorable pero que no pudo o no supo sostener y acompañar el rendimiento general del equipo.
Llegará el momento de dar vuelta la página y que la experiencia haya servido para comenzar a construir un verdadero equipo que así lo exprese en el terreno de juego. Todavía quedan varias fechas para terminar el torneo y solo los resultados, de aquí en más, marcarán el destino. Por el momento, ocho puntos lo separan de los puestos de ascenso.
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