No era la primera vez que Cristian Lucchetti enfrentaba a Banfield. Ya lo había hecho en otras oportunidades con diferentes camisetas incluso durante el actual Torneo B Nacional pero en calidad de visitante. Por eso flotaba en el aire esa sensación de incertidumbre acerca de cómo lo recibiría el hincha del Taladro al ídolo banfileño, surgido desde la cantera, que supo crecer de la mano con el Club. Pasó malas, buenas y peores como el doloroso descenso del año pasado que terminó con su ciclo en la institución y esa rara mezcla de sentimientos que despertó en algunos.
Pero sin dudas, el peso de su trayectoria pudo más y por tal motivo, la gente de Banfield lo reconoció como aquel símbolo de grandes alegrías como el ascenso 2001; la permanencia en Primera; las atajadas que valían goles y los goles que valían triunfos cuando se paraba en el punto del penal del área rival y cómo olvidarse del primer título profesional Apertura 2009 con el Laucha elevando la Copa en la mítica Bombonera luciendo la cinta de capitán en el brazo.
Apenas asomó en la cancha, los aplausos aparecieron y Lucchetti se sintió nuevamente en casa. Antes del partido, los dirigentes le entregaron una plaqueta y la ovación se la llevó cuando fue a ocupar el arco que da a la Tribuna local Valentín Suárez. Estuvo un rato largo devolviendo saludos que llegaban desde atrás del alambrado dejando atrás aquellos insultos producto de la impotencia por ver cómo el equipo se despedía de la máxima categoría del fútbol argentino. No sabe si volverá algún día a vestir la camiseta verde y blanca; quizá nunca lo vuelva a hacer pero lo cierto es que Cristian David Lucchetti estará presente en la historia del Club Atlético Banfield.
Pero sin dudas, el peso de su trayectoria pudo más y por tal motivo, la gente de Banfield lo reconoció como aquel símbolo de grandes alegrías como el ascenso 2001; la permanencia en Primera; las atajadas que valían goles y los goles que valían triunfos cuando se paraba en el punto del penal del área rival y cómo olvidarse del primer título profesional Apertura 2009 con el Laucha elevando la Copa en la mítica Bombonera luciendo la cinta de capitán en el brazo.
Apenas asomó en la cancha, los aplausos aparecieron y Lucchetti se sintió nuevamente en casa. Antes del partido, los dirigentes le entregaron una plaqueta y la ovación se la llevó cuando fue a ocupar el arco que da a la Tribuna local Valentín Suárez. Estuvo un rato largo devolviendo saludos que llegaban desde atrás del alambrado dejando atrás aquellos insultos producto de la impotencia por ver cómo el equipo se despedía de la máxima categoría del fútbol argentino. No sabe si volverá algún día a vestir la camiseta verde y blanca; quizá nunca lo vuelva a hacer pero lo cierto es que Cristian David Lucchetti estará presente en la historia del Club Atlético Banfield.
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