Banfield le ganó 1-2 a Nueva Chicago quien lo había madrugado, de penal, en el arranque del complemento. El Taladro reaccionó y lo dio vuelta con goles de Andrés Chávez y Lihué Prichoda, de cabeza. Segundo triunfo consecutivo, y de visitante, para mantenerse entre los de arriba.
Los mismos autores de los goles en Córdoba, ante Instituto, hace una semana atrás le dieron una nueva victoria al equipo de Daniel Garnero y le permitieron quedarse con los tres puntos que lo mantiene en los puestos de vanguardia.
En esta oportunidad, el Taladro manejó casi todo el partido pero no supo convertir en los momentos precisos. Careció de efectividad cuando generó las situaciones más peligrosas y casi lo paga caro. Aunque tuvo la mente fría para reaccionar luego del tempranero gol que puso en ventaja a Nueva Chicago en apenas 30 segundos de la etapa final. El penal de Rubén Zamponi, que intentó corregir un mal pase de Mosset hacia atrás, no tuvo discusión y Gómez no falló a la hora de ejecutarlo. La ventaja para el equipo de Mataderos resultaba excesiva pero se ajustaba perfectamente a la frase que dice que los goles que no se convierten el el arco de enfrente, se sufren en el propio. Así le pasó a Banfield. El desconcierto generado hizo que el local se animara; mientras, el equipo se quedaba sin Cristian Leiva afuera por un golpe. Garnero mandó a Zarif a la cancha y enseguida nomás llegó el gol del empate. Andrés Chávez capturó una seguidilla de rebotes en el área y la mandó al fondo del arco. Lo gritó con alma y vida, como toda la gente de Banfield que acompañó y se encargó de alentar durante todo el partido.
Gran momento del Negro Andrés Chávez que se consolida como goleador del equipo y además de todo el sacrificio y su guapeza característica, muchas veces oficia como un gran asistidor. Esta vez, situado sobre la izquierda corrió una pelota larga, dominó, la paró y envió un centro a la cabeza de Lihué Prichoda que ingresó por el medio para adelantar a Banfield 1-2 sobre 14 minutos del segundo tiempo. Ahora sí, aparecía la contundencia cuando más se la necesitaba y le puso el freno a Nueva Chicago con mucha autoridad.
El resto del partido mostró al local llendo a buscar el empate pero no pudo con la presencia de Pablo Santillo mientras tanto, Banfield tampoco podía liquidar el pleito, de contra.
Con la intención de aumentar presencia y control en el mediocampo y cerrar el partido, Garnero llamó a Roberto Brum y, de esta manera, el Pelado volvió a jugar con la camiseta del Taladro luego de una larga inactividad por lesión.
Vale destacar los dos triunfos consecutivos y en calidad de visitante porque no son cosas de todos los días; y hacen que no se sientan en demasía las dos derrotas anteriores. Ahora se viene Olimpo y después la mini-gira por el norte argentino para ponerse al día con el fixture en busca de la regularidad para volcarse de lleno en la búsqueda del ascenso. Por ahora está bien encaminado.
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