Una vez más, Banfield volvió a pagar muy caro un mal inicio de partido y perdió el clásico ante Lanús por 2 a 1. Otra vez, los errores en defensa lo dejan con las manos vacías y además, lo acercan peligrosamente a la zona de promoción (le lleva 5 puntos a San Lorenzo). Braghieri y Pavone marcaron para el granate y Ferreyra descontó para el Taladro.
Antes del primer cuarto de hora, el local ya estableció una ventaja de 2 a 0 que al cabo resultaría definitoria. A los 7’, una pelota parada ejecutada por Valeri encontró la cabeza de Braghieri para poner el 1 a 0. Seis minutos después, Pavone aprovechó, por un lado, el quedo de los centrales de Banfield y por otro, el adelantamiento del Lucchetti, y definió con clase por arriba del uno. Partido 2-0 y asunto liquidado.
La ventaja de dos goles le permitió al equipo de Schurrer manejar el partido con tranquilidad, solventado por un buen trabajo del mediocampista Valeri y la movilidad en ataque de Pavone.
Y Banfield, que de entrada presentó un esquema especulativo y cauteloso, se encontró con la necesidad de ir a buscar el descuento pero más allá de algunos remates de larga distancia no pudo inquietar a la defensa local.
En la segunda etapa, el dueño de casa se aferró demasiado a la ventaja y dejó que el `Taladro` se adueñara de la pelota, pero esta situación no hizo más que desnudar las limitaciones del equipo de Acevedo.
Sin embargo, a fuerza de amor propio y tras varios intentos lejanos llegó el descuento para la visita tras un centro enviado desde la derecha por Gustavo Toledo para Facundo Ferreyra, quien definió de `palomita` ante el quedo del defensor Goltz y el arquero Marchesín.
A diferencia de otros encuentros, esta vez el equipo mostró intenciones de querer revertir la historia, pero está muy claro (y vaya si sobran los ejemplos) que con esto solo no alcanza, ni mucho menos. Para cambiar esto, hacen faltan otras tantas cosas que hoy este equipo no tiene: seguridad defensiva, concentración, precisión, definición, equilibrio, variantes en ataque, alternativas en el banco, respuestas desde la conducción.
Pensando en lo que viene, el panorama es más que oscuro. Porque cada vez hay menos margen para el error. En definitiva, de los jugadores, del cuerpo técnico y de los dirigentes, dependerá que Banfield pueda torcer el rumbo de una vez por todas, aunque siguen pasando las fechas y cada vez le quedan menos chances. Y ojalá que por el bien del club, empiecen a llegar algunas respuestas, para no tener que seguir agrandando el fantasma de la permanencia en la primera división.
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