El Taladro sigue en caída libre. Esta vez, volvió a perder de local ante el “Pincha” (la cuarta derrota consecutiva) y sigue complicando su situación con respecto a la tabla de los promedios del descenso (quedó a cuatro puntos de Tigre y a cinco de San Lorenzo, que aún no jugó en este fecha). Sarulyte, Zapata y Fernández convirtieron para el conjunto platense.
Fue un partido disputado bajo un clima tenso en el estadio Florencio Sola, en donde la visita lo liquidó ya en el primer tiempo con los goles de Matías Sarulyte (11m.) y del colombiano Duván Zapata (31m.). Y luego selló la goleada con el tanto de Gastón Fernández, a los 31 de la segunda etapa.
El partido de hoy fue una muestra más del malísimo momento de Banfield, en todo sentido (futbolístico e institucional). Un equipo, el del uruguayo Eduardo Acevedo, que fecha tras fecha no levanta cabeza y se cae a pedazos, que sigue sin poder ganar en condición de local en el actual torneo (no gana en casa desde el 24 de Octubre del año pasado), y que además, agravó su situación en la tabla de promedios con una racha de cuatro derrotas consecutivas y siete partidos sin victorias.
Banfield es un equipo desconcertado, sin rumbo, que se acerca peligrosamente cada vez a la zona de promoción (si Atlético de Rafaela le gana a Colón, quedará al borde de la misma).
A los once minutos, el juvenil Sarulyte abrió el marcador tras un centro enviado desde la izquierda por la "Gata" Fernández, de buen partido, que capitalizó en el segundo intento frente al arquero Cristian Lucchetti.
Tras el segundo tanto del colombiano Zapata, a los 31´, que llegó a través de una buena jugada colectiva, el local intentó una mínima reacción pero evidenció todas sus notables carencias futbolísticas.
Por eso, recién a los 41 minutos, cuando desde las tribunas bajaba el reclamo de "que se vayan todos", Banfield tuvo su primera ocasión de riesgo con un disparo de Alejandro Bárbaro desde afuera del área.
El segundo tiempo estuvo de más ya que la victoria de Estudiantes nunca estuvo en riesgo y el tanto de Fernández no hizo otra cosa que reafirmarla.
A esta altura del campeonato y así planteadas las cosas, lo más preocupante para Banfield no es solo este pésimo presente, sino el negro e incierto futuro que pareciera tendrá.
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