La gente copó el Lencho Sola para celebrar el título

Tarde inolvidable. Noche inolvidable. Madrugada inolvidable. Los jugadores se fueron de la Bombonera hasta el Florencio Sola, llegaron en un descapotable de la empresa que los transporta a todos lados, escoltados por dos cochebombas. El estadio explotaba, cerca de 35.000 personas, como nunca. Una locura. Es más, muchos entraron al campo de juego, por eso se hizo muy desordenado y los protagonistas no pudieron dar la vuelta olímpica. En este sentido y dentro de la alegría del festejo por el campeonato, no podemos dejar pasar por alto la muy mala organización que tuvo el espectáculo montado en el estadio Florencio Sola para celebrar el título. Se falló tanto en la seguridad, para evitar el gran desborde de púbilco, el cual ingresó en gran número al campo de juego, como así también en el área de prensa, impidiendo y limitando de manera inexplicable la tarea de muchos medios periodísticos, sobre todo de los programas partidarios que desde hace mucho tiempo trabajan por y para Banfield.
Dentro de lo que fue la inmensa celebración, no podían faltar las dedicatorias especiales para el archirrival Lanússshhh…
En síntesis, hubo fiesta total en Banfield. En todo el barrio, como nunca. Con Falcioni cantando, los jugadores también, con sus familias. Del estadio, la locura recorrió todo un barrio. Era el día más esperado. Un día que se hizo largo, casi eterno, hasta la madrugada. Inolvidable para todos aquellos que llevamos al Taladro en el corazón.