El equipo de Daniel Garnero llegaba a este partido con todas las miradas encima. El año no arrancó de la mejor manera en cuanto a los resultados que se esperaban pero sobretodo lo que más preocupaba era el rendimiento del equipo que, sin dudas, dio un paso hacia atrás en lo futbolístico.
De esta manera, y luego de algunos rumores que dudaban de la continuidad del DT, Banfield salió a jugar contra Deportivo Merlo sabiendo que el margen de error cada vez es menor.
Durante los primeros minutos pareció entenderlo así porque fue a buscar el partido con más actitud que fútbol y se encontró con la ventaja a través de Pablo López que capitalizó un gran envío de Carlos Rearte. El Rubio se metió al área y puso el 1-0 que lo festejó, con bailecito incluido, junto a sus compañeros. Parecía que la tarde asomaba de manera tranquila pero, como el clima, luego llegaron los nubarrones que le dieron el empate al conjunto visitante luego de una desatención en la zaga central integrada por los juveniles Noguera y Segovia, quien volvía a jugar con la camiseta titular. El Charro igualó el partido por intermedio de Víctor Gómez.
Así se fue el primer tiempo con más dudas que certezas y la impaciencia de algunos hinchas se hizo sentir contra algunos integrantes del equipo.
Pero el complemento traería la tranquilidad y el resultado que todos esperaban. A los ocho minutos llegó el segundo del Taladro. Fabián Noguera se elevó más que todos y, de cabeza, puso el 2-1 y quinto gol de su cuenta personal durante la temporada. Aunque luego del gol, Chiqui abandonó la cancha por un bajón de presión producto de un estado febril sufrido por el joven defensor y le dejó su lugar a Rubén Zamponi. El Tano regresó al equipo luego de su abrupta salida por bajo rendimiento y recibió el apoyo de la gente que lo reconoció con aplausos. Cumplió.
Pese al poco volumen de juego que Banfield demostró en la cancha fue mostrándose con confianza para controlar el partido pese a los embates de Deportivo Merlo que no llegaron a buen puerto.
Y de eso se aprovechó el Taladro para definir el pleito y la buena noticia, más allá del 3-1, fue que el Negro Chávez volvió a convertir para cortar con la sequía goleadora en este 2013.
Finalmente ganó el Taladro y eso es lo más importante pero a no confundirse porque aún queda mucho por mejorar. Lo positivo es la reacción del equipo para quedarse con los tres puntos que servirán como envión anímico y dejarán tranquilidad para trabajar durante la semana y esperar el partido contra Sarmiento de Junín.
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