Vestido con un buzo rojo (provocador, para algunos) se ubicó en el arco de la cabecera local y enseguida fue protagonista del penal a favor de Racing. Hauche dejó en evidencia la imprudencia de Lucchetti al salir de manera apresurada y Teo Gutierrez puso en ventaja al local. Todo mal para el capitán de Banfield que viene siendo cuestionado por muchos debido a las flojas actuaciones y el mal momento del equipo.
Pero el mal trago pasó rápido porque a Chávez le hicieron penal y el Laucha se hizo cargo de la situación. Lo pateó mal, anunció el disparo y Saja lo atajó. Para alivio de todo Banfield, Chávez consiguió el empate en el rebote.
Durante el segundo tiempo, el arquero fue hacia el arco de la gente de Banfield que lo recibió con aplausos y él respondió besando el escudo de su camiseta. Todo el equipo aguantó las arremetidas del local y, por un momento, Lucchetti se pareció al de antes.
Luego de un centro capturado, el uno se quedó con la pelota y provocó la reacción (inentendible) de Gutiérrez que le sacó el balón de las manos, recibió la segunda amarilla y roja para el colombiano.
Más tarde, tiró la pelota afuera por un golpe en su mano. Los jugadores de Racing no devolvieron gentilezas y, al igual que Argentinos Juniors en cancha de Banfield, continuaron el juego algo que provocó la indignación del arquero.
Para el final el grito de la victoria agónica por la cabeza del uruguayo López dejó al capitán de cara a su hinchada festejando por el primer triunfo de Banfield en el torneo.
Esperamos que haya sido también el punto de despegue para Lucchetti, que le dedicó algunas palabras a toda la gente banfileña.
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