Lo de Da Silva fue falta de ética, muchos de nosotros esperamos con ansias una buena oportunidad en nuestras vidas, pero NO por ello tenemos que dejar la ética y la palabra de lado. Hace apenas dos meses atrás, Código Banfield estuvo presente en la Sede Social de Banfield cuando el DT uruguayo estampaba su firma y decía ante nuestros micrófonos que estaba contento de llegar a un club como Banfield donde iba a dejar todo por la institución. Llegó la pretemporada, jugó el encuentro suspendido frente a Estudiantes L.P donde Banfield perdió 2-1, luego Rafaela en Santa fe le hizo 3 goles a sus dirigidos para que días más tarde cayera frente a Vélez 1-4 en la segunda fecha del Clausura. A partir de ese duro momento el río empezó a sonar con vientos de la otra orilla; desde Uruguay llegaba la información que el Polilla se iría de Banfield para dirigir a Peñarol. Nadie lo desmintió y el propio DT se encargó de mostrarse contento por el rumor pero aclaró que su cabeza estaba en revertir la situación con el Taladro, pero nunca aseguró con contundencia: "me quedo en Banfield". El desenlace llegó al otro día del primer y único triunfo de Banfield en su era, el 1-2 frente a Racing de visitante le dio tranquilidad a los dirigentes y jugadores para encaminar y enderezar el rumbo porque el uruguayo, en declaraciones post partido, daba a entender que seguía en Banfield pero una vez más no lo confirmó de la manera que se esperaba. "Me voy, presento mi renuncia" ante la mirada perdida de algunos dirigentes que parecían no entender la situación, "Es una oportunidad que hace tiempo estoy esperando", en alusión a su ida a Peñarol de Montevideo. ¿Y los códigos?, ¿y la ética profesional? bien, gracias. Al final, Ricardo La Volpe tenía razón. |
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